El envejecimiento de la población es uno de los fenómenos sociales más relevantes en la Provincia de Málaga. El número de personas con más de 65 años aumentó un 53% entre 1991 y 2004 en la región. Este cambio tiene importantes repercusiones sobre el mercado de trabajo, la atención sanitaria y los servicios sociales. Una evolución demográfica que no solo acaece dentro de la provincia, sino a escala mundial.
Siendo conscientes de esta situación, en la Fundación Madeca llevamos a cabo un estudio sobre ‘La situación del mayor en la Provincia de Málaga’ en el año 2005. Una completa investigación que abarcaba parámetros sociales, económicos y sanitarios de los mayores, haciendo una revisión completa de este colectivo.
Según datos del padrón municipal de 2004, la población mayor de 65 años representaba el 14,3% del total, más de dos puntos porcentuales menos que en España, donde se llegaba al 16,9%. Por tanto, se pudo afirmar que ese año la población malagueña estaba menos envejecida que el conjunto nacional. Por sexos, la provincia caminaba en paralelo a la tendencia general, teniendo las mujeres una mayor longevidad que los varones.
Uno de los principales problemas que sufre este colectivo es la soledad y los problemas de autonomía. En la región malagueña un 20,3% de los mayores vivían solos en 2004, un porcentaje ligeramente más elevado que el andaluz. Por el contrario, un dato positivo hacía referencia al grado de satisfacción de las personas mayores de la provincia con los servicios sanitarios, tanto de atención primaria como especializada. Para ilustrar esta conclusión, el 60% declaró sentirse “muy satisfecho”.
Uno de los rasgos diferenciadores de la provincia que hacen variar las estadísticas es la elevada tasa de mayores extranjeros. En concreto, la población foránea censada en la comarca se elevaba a un 10%, mientras que los datos generales de Andalucía se situaban en un 4,2%. Dentro de este colectivo se puede hacer una distinción entre los ciudadanos procedentes de países industrializados, que incluye a los países de la Unión Europea, Suiza, Estados Unidos y Japón; y aquellos procedentes de países menos desarrollados como consecuencia del fenómeno de la inmigración.
Entre las recomendaciones propuestas se encuentraban una mayor agilidad en la solicitud de citas médica por teléfono, evitando que los mayores tengan que desplazarse al centro; asesoramiento sobre el tipo de alimentación y fomentar la actividad física. Profesionalizar el cuidado a las personas dependientes como otra de las líneas de trabajo e incrementar las ayudas de las instituciones.
El asociacionismo y el voluntariado para contribuir al cuidado de los mayores representaban una tasa insignificante en la Provincia de Málaga, sin embargo, puede ser un buen complemento a la ayuda que presta la familia y las instituciones públicas. También se puso de relieve la necesidad de hacer un esfuerzo para que las personas mayores sigan contribuyendo a la sociedad en actividades productivas y adecuar el entorno para que puedan realizar cualquier actividad sin problemas. En referencia a los problemas que genera la soledad, una mayor interacción social podría ayudar a paliarla, entre otras recomendaciones que pueden encontrar en el informe completo sobre la situación del mayor en la Provincia de Málaga de 2006.